29 de marzo de 2024

El “delito” de ser venezolano en nuestra Patria Grande

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Alexander González

Opinión

Siempre mantuve mis reservas para quienes tomaron la decisión de emigrar en busca de un supuesto bienestar económico. Hoy sigo respetando su determinación a los que ya se fueron y lograron establecerse, pero sí en este momento Usted tiene la intrepidez de vivir una “aventura” en cualquiera de los países vecinos, le sugiero evalúe muy bien sus motivaciones porque corre el inminente riesgo de ser otra víctima del desprecio o algo peor.

En esta oportunidad no entraré en la polémica de las  incitaciones promovidas por las redes sociales y algunos personajes “oscuros” de la política, quienes seguramente hoy se soban las manos al observar la despiadada persecución de la que son objeto nuestros hermanos en países vecinos.

A pesar de que somos hijos del mismo Padre Libertador,  la Gloria de todo un ejército emancipador vestido de hermandad por un solo ideal, hoy queda enterrado ante la despreciable xenofobia, acompañada de la creciente “aporofobia” o aversión al extranjero pobre desamparado.

Los recientes acontecimientos contra nuestros paisanos en la República del Perú, merece un contundente repudio por todos los que llevamos en alto nuestra altiva nacionalidad. La  misma con la cual, en iguales o peores circunstancias otrora de su país, los peruanos, colombianos, chilenos, brasileños o ecuatorianos fueron recibidos con los brazos abiertos en VENEZUELA.

Hemos sido protagonistas de contundentes manifestaciones por reivindicaciones sociales, pero jamás hemos organizado marchas xenófobas en contra de extranjero bueno o malo; pobre o acaudalado y mucho menos promovido su linchamiento publico. Nuestra República Bolivariana, leal a los principios humanistas de Bolívar, respetuosa de los Derechos Humanos Universales y la Convención de Viena, ha sido a lo largo de nuestra historia contemporánea un país acogedor de emigrantes y refugiados no solo de nuestro continente, sino preguntenle a españoles,arabes,turcos,portugueses o italianos que forman parte de nuestra hospitalaria sociedad.

Es por ello que la criminalizaciòn hacia los hombres trabajadores, la humillaciòn y acoso generalizado hacia nuestras mujeres en el exterior, además del acecho a nuestra embajada, más que nuestra repulsión, consideramos requiere de la intervenciòn urgente de los organismos internacionales defensores de los Derechos Humanos, así como de una profunda reflexión por parte de todos los gobiernos involucrados.

De igual manera, rechazamos las acciones delincuenciales de algunos connacionales quienes han hecho del delito su modus vivendi en algunos países de la región, pero la solución a este flagelo internacional no puede ser  la demonización o criminalización de todo aquel que en su pleno derecho emigre de su tierra natal en busca de mejores oportunidades.. Es inconcebible que en un estado de derecho, incluso le sea negado el <<oxígeno>> a nuestros enfermos de Covid-19, por parte de una minoría que se erige como Juez Inquisidor de  ciudadanos condenados a la hoguera por el  “delito” de ser  venezolano.  

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calletacarigua.com

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