29 de marzo de 2024

El Trabajo

Una ventana para valores

Lcdo. Vinicio Farías Gamboa

Debemos darnos cuenta que una tarea verdaderamente importante, es la de simplificar nuestro estilo de vida para volver al origen, al rescate de nuestros valores esenciales, de escuchar a nuestro corazón, y percibir nuestro maestro interior, de manera que podamos cumplir con la misión de nuestra vida. Estamos obligados a aprender a conducir  nuestra vida con madurez, disputar de ser quienes somos. El logro de esa realización no consiste en seguir a otra, pues todos somos seres especiales, únicos y completamente diferentes, para eso cada uno de nosotros tiene su misión particular y su forma de vivir ña plenitud.

El gran secreto consiste en hacer y reconocer tu propio camino, inclusive pagamos el precio de resistirte a la opinión dominante de los demás, para ir en contra de la corriente hasta lograrlo.

Abordamos de esta manera, el valor moral del TRABAJO, que debe inculcarse principalmente en el seno familiar, por lo cual las relaciones de padres, hermanos, abuelos, tíos y todos aquellos involucrados en el seno familiar. Deben contar con la calidad adecuada para ser correctos transmisores de estos valores morales.

Llamamos TRABAJO al esfuerzo que realizamos para lograr algo por nosotros mismos, o con la ayudad de los demás.

Gracias al trabajo podemos hacer realidad lo que tenemos en mente. Se trata de una fuerza con gran poder de transformación que ha llevado a la humanidad a los más altos niveles de desarrollo y civilización.

Todo en la vida es trabajo y las responsabilidades deben ser cumplidas con esmero y compromiso y la idea de nuestra gran laboriosidad puede determinarse en actividades tales como: Somos los primeros en empezar las tareas que se nos ha asignado. Cuando los demás se rinden, aún tenemos animo para seguir trabajando. Asumimos tareas porque nos parecen interesantes, más que por los benficios que representan.

El lado opuesto al trabajo es la pereza que es la falta de disposición o interés para realizar una tarea; es causa y consecuencia de la inactividad, la negligencia y la apatía. La carencia de entusiasmo para para emprender cualquier actividad puede conducir a la persona a quedar atrapada en esas sensaciones, y hace las tareas de mala gana, como si no le importara y desperdicia una tras otras las oportunidades que ofrece la vida para salir adelante.

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